Anemia
Se denomina anemia al descenso de la concentración de hemoglobina sanguínea por debajo de 2 desvíos estándar de los límites considerados normales para edad y sexo. También puede definirse como anemia a la disminución de la masa globular total, que genera un volumen eritroide insuficiente para lograr un aporte de oxígeno adecuado a los tejidos.
De acuerdo a su etiopatogenia se las puede clasificar en aquellas debidas a una alteración en la producción de glóbulos rojos, a una alteración en la maduración eritrocitaria y/o eritropoyesis inefectiva, a un aumento de la destrucción eritrocitaria o a pérdida sanguínea.
Para el diagnóstico etiológico de las anemias deberá realizarse una anamnesis detallada. Se interrogará acerca del origen étnico, antecedentes familiares de anemia, ictericia, cálculos biliares o enfermedades hemorragíparas. También se deberá recabar datos sobre antecedentes perinatológicos , historia alimentaria , aportes vitamínicos, enfermedades crónicas subyacentes, enfermedades hemorragíparas, medicaciones recibidas, exposición a tóxicos o agentes infecciosos y antecedentes de transfusiones. La edad del niño en el momento del diagnóstico y al inicio del cuadro, como así también la forma de instalación de los síntomas pueden tener importancia diagnóstica.
El cuadro clínico habitualmente puede incluir palidez de piel y mucosas, taquicardia, soplo cardíaco funcional, apatía, calambres, irritabilidad y parestesias. En la población pediátrica es importante buscar malformaciones congénitas que pueden asociarse con algunas anemias constitucionales (ej: Anemia de Fanconi). La intensidad de las manifestaciones clínicas variará de acuerdo al tiempo de evolución y a la magnitud de la anemia, pudiendo llegar en casos extremos a presentar signos de descompensación hemodinámica. A lo anterior se agregarán los signos y síntomas particulares de cada etiología (ictericia, esplenomegalia, hepatomegalia, adenopatías, sangrados, etc.).
Para certificar el diagnóstico de anemia se solicitará inicialmente medición del hematocrito y hemoglobina, índices hematimétricos (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración de hemoglobina corpuscular media), porcentaje de reticulocitos y extendido (frotis) de sangre periférica para evaluar morfología eritrocitaria. Se completará el estudio con aquellos exámenes complementarios de acuerdo a las características clínicas y al diagnóstico presuntivo (punción de médula ósea, prueba de Coombs, dosajes enzimáticos y hormonales, metabolismo del hierro, etc.).
El tratamiento variará de acuerdo a la etiología de la anemia, pero en aquellos casos en que exista descompensación hemodinámica o evidencia objetiva de incapacidad asociada para satisfacer la demanda tisular de oxígeno se podrá recurrir a transfusiones de glóbulos rojos desplasmatizados a razón de 10 ml/kg de peso corporal. Las anemias hemolíticas, independientemente de la causa, recibirán ácido fólico en dosis de 1-2 mg/día.
- Referencias:
Ferrero F, Ossorio M. Conceptos de pediatría. 4a. ed. Argentina: Corpus Editorial; 2013.
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